Samanta, doctora del sueño: "Los nutrientes que absorbemos durante el día influyen en la calidad de nuestro sueño nocturno"
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Existen muchas reglas básicas sobradamente conocidas para obtener un sueño de calidad hoy en día, como seguir horarios regulares, alejarse de las pantallas antes de dormir o cumplir con las recomendadas siete u ocho horas de descanso. Sin embargo, en los últimos años los niveles de insomnio han crecido tanto en España como en otros países. Para la otorrinolaringóloga y especialista en medicina del sueño Samanta Dall'Agnese, con 18 años de experiencia y fundadora de la comunidad Sleep Skool, la clave olvidada está en la alimentación. La experta subraya que lo que ingerimos incide en el cerebro, el intestino y el sistema circadiano, influyendo directamente en la calidad del descanso nocturno.
Dall'Agnese destaca que determinados alimentos ayudan a mantener la concentración, otros aportan serenidad y algunos favorecen conciliar y prolongar el sueño. En su caso, cuida de forma especial lo que toma en la merienda, eligiendo opciones ligeras como fruta, semillas o frutos secos. Entre sus preferidos menciona la sandía, por su alto contenido en agua y licopeno; la toronja o pomelo, rica en fibra y carotenoides; y los pistachos, fuente natural de melatonina y grasas saludables. También incluye pequeñas dosis de chocolate negro, siempre con varias horas de antelación para evitar el efecto de su cafeína.
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En la última comida del día, la especialista busca una transición progresiva hacia el descanso. Suele combinar proteína con legumbre y comenzar con preparaciones a base de tomate, como el gazpacho en verano. De postre, opta por kiwi o cerezas, alimentos asociados a un sueño más profundo. También recomienda verduras de hoja verde como espinaca o acelga, ricas en magnesio, hierro y folato, que contribuyen a regular el ritmo circadiano. Además, sugiere cereales integrales como quinoa o arroz integral, cuyos carbohidratos complejos favorecen la absorción del triptófano.
Dentro de las proteínas animales, la carne de pavo destaca por su aporte de triptófano y su efecto saciante, siempre que se consuma con moderación. Entre las opciones dulces, las cerezas ácidas son una fuente natural de melatonina, mientras que el kiwi ofrece antioxidantes y serotonina, elementos que diversos estudios relacionan con un sueño más rápido y de mayor duración. Para Dall'Agnese, vigilar la alimentación vespertina y nocturna es tan esencial como mantener hábitos saludables de sueño. En su opinión, la dieta puede convertirse en una herramienta efectiva y natural para combatir el insomnio.
El Confidencial